El mes pasado se dio inicio a la campaña “stop hate for profit” (Detener el odio con fines de lucro) Que busca poner un alto a la divulgación de discursos de odio e información falsa en Facebook y sus redes asociadas como Instagram o WhatsApp. Esto en el plano de fuertes protestas contra la discriminación racial ocurridas en Estados Unidos a principios de junio.
Según lo señalado en el sitio web de la campaña, el 17 de junio se dio inicio a la iniciativa que pide a las grandes empresas y marcas pausar temporalmente el financiamiento de la plataforma a través de pagos por publicidad. Hasta que la plataforma tome medidas concretas en contra del odio y la desinformación.
Actualmente la stop hate for profit avanza con mucha fuerza, sumando aproximadamente 900 anunciantes que han dejado de patrocinar el contenido en las redes asociadas a Facebook. Entre estas marcas se encuentra Coca-cola, Pepsi, Playstation, etc… Estas han anunciado que detendrán su actividad publicitaria al menos hasta finales de julio. Pero hay marcas como Unilever que anunció que detendrá sus pagos a facebook al menos hasta el 2021.
En primeras instancias, Mark Zuckerberg declaró que solo es cosa de tiempo para que las marcas vuelvan a la plataforma por lo que no realizará cambios en los algoritmos.
Pero esta “Bola de nieve” que ha sumado cada vez más marcas, provocó que el CEO de Facebook Mark Zuckerberg diera un paso atrás a sus primeras declaraciones. Aclarando que, si se realizarán cambios en la plataforma y comenzará a poner una etiqueta en posteos que parezcan noticiosos pero que violen las políticas de Facebook.
Sin embargo esto no es suficiente para las marcas que se han sumado a Stop hate for profit, las cuales buscan un real cambio en la plataforma de Zuckerberg. De hecho las marcas piden que se cumplan 10 solicitudes para volver a activar el patrocinio, las cuales son:
1. Establecer y potenciar la un equipo permanente de derechos civiles, incluyendo un ejecutivo que cuente con alto rango con experiencia en derechos civiles para evaluar productos y políticas de discriminación, prejuicio y odio. La idea es que esta persona se asegure de que el diseño y las decisiones de esta plataforma consideren el impacto que tienen estas redes sociales en todas las comunidades y el potencial de radicalización y odio.
2. Permitir auditorías regulares, por parte de organizaciones independientes, basadas en la identidad y desinformación a partir de resultados y métricas publicadas en un sitio web de acceso público. Simplemente ya no podemos confiar en las propias afirmaciones de Facebook sobre lo que están haciendo o no. Un “informe de transparencia” es tan bueno como su autor es independiente.
3. Proporcionar auditorías y opción de reembolso a aquellos anunciantes cuya publicidad se muestre junto al contenido que luego se eliminó por violaciones de los términos del servicio. Existen muchos ejemplos de anuncios de empresas que se publican junto con el contenido nocivo que Facebook permite. Eso no es lo que pagan la mayoría de los anunciantes, y no deberían tener que hacerlo.
4. Buscar y eliminar grupos públicos y privados centrados en la supremacía blanca, la milicia, el antisemitismo, las conspiraciones violentas, el negacionismo del Holocausto, la desinformación de vacunas y el negacionismo climático.
5. Adoptar cambios de sentido común en sus políticas que ayudarán a detener la radicalización y el odio en la plataforma.
6. Dejar de recomendar o amplificar grupos o contenido de grupos asociados con odio, información errónea o conspiraciones a los usuarios.
7. Crear un mecanismo interno para marcar automáticamente contenido de odio en grupos privados para su revisión por un agente. Los grupos privados no son pequeñas reuniones de amigos, pueden ser cientos de miles de personas, lo que son muchos grupos de odio.
8. Garantizar la precisión en asuntos políticos y electorales eliminando la exención política; eliminar la información errónea relacionada con la votación; y prohibiendo los llamados a la violencia por parte de los políticos en cualquier formato. Dada la importancia de los asuntos políticos y electorales para la sociedad, el hecho de que Facebook tenga una excepción en esta área es especialmente peligroso.
9. Crear equipos de expertos para revisar las publicaciones de odio y acoso basados en la identidad. Cuarenta y dos por ciento de los usuarios regulares de Facebook han sufrido acoso en la plataforma. Gran parte de este acoso se basa en la identidad del individuo. Facebook necesita asegurarse de que sus equipos entiendan los diferentes tipos de acoso que enfrentan los diferentes grupos para juzgar los reportes por abuso.
10. Permitir que las personas que enfrentan odio y hostigamiento severos se conecten con un empleado de Facebook en vivo. En ningún otro rubro, una empresa no tiene una forma para que los usuarios de su producto busquen ayuda.
No es la primera vez que Facebook está entre la espada y la pared, como por ejemplo cuando fue investigado por “The new york times”. ¿Qué te parecen las medidas tomadas por las marcas para obligar a Facebook a hacer cambios? ¿Crees que Mark Zuckerberg aceptará las solicitudes de las marcas?